La conexión que he podido establecer entre la ponencia emitida por el antropólogo y la educación social, es que muchos de los síntomas que presentan los profesores en cuanto a salud, y las causas de los mismos, se pueden asimilar con los que en un futuro podemos tener nosotros. Esto se debe a que los problemas de salud, bienestar, etc. que tienen los profesionales, es a causa de la interacción de éstos con el lugar de trabajo, las relaciones con los usuarios, la zona donde se encuentre el lugar de trabajo…
De modo que los educadores sociales, debido a las características de nuestra profesión, trabajaremos normalmente con personas con diversos problemas, lo que conlleva que las diferentes situaciones que vivamos, pueden contribuir a vivencias negativas que pueden desencadenar en desequilibrios del profesional.
Por lo dicho anteriormente también estoy de acuerdo con el ponente en que la intervención con los problemas de salud de los citados profesionales, deben estar individualizados, ya que estos problemas de salud van a estar condicionados por el entorno del profesional.
Además otra perspectiva desde la que se pude conectar la ponencia con la profesión de educador/a social, es desde la intervención de éste con los docentes. Ya que los docentes presentan problemas de salud individualizados, que necesitan de un diagnóstico sobre el entorno del docente para establecer donde se encuentra el problema sin que se emitan juicios anticipados, la figura del educador/a social podría ser necesaria como intermediario entre docente y médico o psicólogo.
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